Julio Calzada - Bruno Ferrari
Gentileza: Informativo semanal Bolsa de Comercio de Rosario
Año XXXVIII - Nº 1997 del 09/04/21
La producción de expeller de soja mantuvo su crecimiento en el año 2020. La provincia de Córdoba se posicionó como la principal industrializadora de este producto, mientras que la exportación en tonelaje sufrió una caída mayor al 50 % respecto a 2019.
Un eslabón clave dentro de la cadena de valor soja es la industrialización interna del grano para la elaboración de sub-productos con posibilidad de exportación o para ser empleados en otros eslabones productivos.
Entre las principales modalidades de procesamiento interno del poroto de soja, el sector de mayor importancia relativa es la Industria Aceitera (de extracción por solvente). No obstante, si se considera la producción de aceites y demás derivados del grano de soja, la Industria de Extrusado-Prensado, si bien tiene un desarrollo incipiente ha presentado un crecimiento sostenido en los últimos veinte años. Entre las características más importantes de esta industria en particular es la posibilidad de elaborar un producto diferenciado por empresas PYME, que presentan un alto potencial para fortalecer los encadenamientos productivos locales y regionales, es intensiva en empleo y su producto elaborado sirve tanto para su utilización interna como para colocar en el mercado mundial.
A nivel productivo, la Industria de Extrusado-Prensado tiene por objeto principalmente la elaboración de aceite de soja - empleado fundamentalmente en la Industria de Biocombustibles - el cual tiene las mismas características que el obtenido por la industria tradicional por solvente, salvo que el rendimiento por tonelada de soja procesada es de 150 kilogramos de aceite aproximadamente, representando 30 kilogramos menos que en la Industria Aceitera tradicional. A su vez, el otro producto obtenido de forma simultánea es el “expeller de soja”. El mismo es utilizado como forraje, teniendo como ventaja frente al pellet de soja, un mayor contenido de grasa que le aporta una mejor digestión en el consumo animal. En términos productivos, el rendimiento del expeller de soja de las industrias extrusora y de prensado, se acerca a 850 kilogramos por tonelada de grano procesado, mientras que el rendimiento de pellet se ubica en 800 kilogramos. (MAGyP, 2018)
Si se observa la evolución en la producción de expeller de soja ha presentado un crecimiento casi ininterrumpido desde 2004 hacia adelante, presentando solamente una caída en la producción en el año 2016. Según los datos provistos por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP), en el año 2004 la producción total alcanzaba 91.855 toneladas, mientras que en 2011 luego de un período de tasas de crecimiento anuales promedio del 24%, el producto total se ubicó en un valor cercano a 400.000 toneladas. A partir de allí se comenzó a registrar un ritmo de crecimiento menos uniforme y a tasas más bajas, aunque más que duplicando la producción hasta 936 mil toneladas procesadas en el año 2020.
Respecto a la evolución de la producción provincial en los últimos años, la provincia de Córdoba destaca como la jurisdicción con mayor dinamismo con un crecimiento en la producción de expeller de soja del 71% entre el año 2020 y 2017. Seguida por Entre Ríos, que alcanzó un incremento productivo para el período del 46%, mientras que Buenos Aires y Santa Fe han presentado tasas menores del 17% y 3% respectivamente.
De esta forma, la provincia mediterránea logró desplazar a Buenos Aires y se consolidó en el último año como la mayor productora de expeller de soja con 284 mil toneladas y una representatividad del 31%. Mientras que Buenos Aires alcanzó las 253 mil toneladas, Santa Fe se ubicó en tercer lugar con 173 mil toneladas y luego Entre Ríos con 160 mil toneladas.
Tal como se mencionó anteriormente, la producción de dicho subproducto tiene como principal destino el mercado interno para alimentación animal y es llevado a cabo principalmente por empresas PYME descentralizadas en pequeñas localidades del interior del país.
Según las estimaciones de INTA-PRECOP (2011), entre 2007/2008 y 2011, hubo un crecimiento sostenido en la cantidad de plantas industriales de extrusado-prensado de soja alcanzando los 400 establecimientos, según el último dato proporcionado por dicho organismo. En cuanto a la capacidad productiva, se advierte un crecimiento del 45% en el procesamiento individual promedio desde 2007/2008, ubicándose en las 35 toneladas diarias para el año 2011. Por lo cual, dicho estudio arriba a la conclusión de que existe un potencial de procesamiento conjunto cercano a las 4,2 millones de toneladas de soja por parte del sector.
Por otro parte, el informe publicado por MAGyP (2018a), realiza estimaciones comparables a las realizadas por PRECOP-INTA (2011) concluyendo para el año 2016 un total de 336 plantas pertenecientes al sector de extrusado-prensado. En este sentido, contempla dentro del análisis las plantas extrusoras incluidas en el subsector “Industria de Alimento Balanceado”. Más recientemente, en el padrón del Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA) constan en la categoría “Industrial Aceitero de Granos por Extrusado y/o Prensado” 322 plantas productivas en 2020, y 339 en el presente año 2021.
Por último, si se observa la inserción exportadora de este producto industrial, ha presentado un resultado más oscilante que lo vislumbrado en el plano de la producción. En los primeros años de consolidación del sector, entre 2004-2009, la industria obtuvo un volumen exportado que osciló entre 7.500 y 35.600 toneladas, siendo guarismos que no se han vuelto a observar a excepción de 2019, a pesar de contemplar una capacidad productiva mucho mayor que en dicho momento. Asimismo, en el año 2006 se alcanzó un doble récord con un máximo histórico de toneladas exportadas en términos absolutos y logrando colocar en el extranjero el 26% del total producido. En términos de destinos, Uruguay y Chile fueron los principales destinos en dicho orden de importancia.
Luego, entre 2010-2013 las exportaciones fueron prácticamente nulas, sin la demanda de Chile y Uruguay que venía en tendencia a la baja desde los máximos de 2006. Por último, en el período 2014-2019, se observa un leve repunte - aunque casi exiguo en términos de toneladas exportadas - arribando a 11.500 t en 2019. No obstante, si se considera el valor promedio de exportación, en 2019 se ubicó en los US$ 592/t obteniendo 6,8 millones de dólares en total. Ello implica un 226% más que los US$ 181/t obtenidos en el año de mayor tonelaje exportado y un 66% por encima de los US$ 355/t del año 2008. En el año 2020, las exportaciones cayeron más de un 50 % en volumen hasta las 5.327 toneladas y un 80 % en valor ascendiendo a 1,4 millones de dólares. En este sentido, el precio por tonelada exportada no incentivó un impulso exportador al ubicarse en el último año en US$ 260/t en promedio, siendo un valor muy por debajo de lo alcanzado el año previo. Referencias INTA-PRECOP (2011). Evolución del sistema productivo agropecuario argentino. https://inta.gob.ar/sites/default/files/script-tmp-evolucion_sistema_prod_agrop_argentino.pdf [consultada el 6/04/2021] MAGyP. (2018). Destino de la Producción Argentina de Soja. https://www.magyp.gob.ar/sitio/areas/ss_mercados_agropecuarios/areas/granos/_archivos/000061_Informes/900001_Destino%20de%20la%20Producci%C3%B3n%20Argentina%20de%20Soja.pdf [consultada el 6/04/2021]
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